En 1920, Marcus Garvey adelantó el surgimiento de líder que redimiría a los negros de las consecuencias de siglos de cautiverio, cuando advirtió en un discurso a miles de personas: "Míren hacia África, cuando un rey negro sea coronado, es porque el día de la liberación está cerca". La esclavitud no fue creada por los blancos, pero fue asociada por ellos al color negro de la piel y justificada por teorías racistas, que predicaban la inferioridad de los "pueblos de color". Los negros fueron oprimidos para ser "civilizados" y cristianizados por los blancos, quiénes se sentían merecedores de privilegios y comodidades, siendo logrados por medio del control y de la explotación de personas y tierras. Garvey dedicó la vida a trabajar por la redención económica, política y cultural de los pueblos negros, se convirtió en Héroe Nacional jamaiquino, y es considerado profeta por los Rastafaris, pues la coronación de Ras Tafari Makonnen como emperador de Etiopía en 1930, fue interpretada como materialización de sus palabras.
Tafari fue coronado con el título de Haile Selassie I, que significa "Poder de la Trinidad", y fue aclamado como "Rey de los Reyes, Señor de los Señores, León Conquistador de la Tribu de Judáh, Raíz de David, Elegido de Dios y Justo Gobernante de la Tierra". Él fue descrito así por descender de Menelik I, hijo del Rey Salomón con la Reina de Sabá. Por medio de esta unión, comentada en la Biblia (en el libro de los Reyes), en el Corán (en Sura Saba) y en el Kebra Negast (libro sagrado que relata la saga nacional etíope), que la Etiopía heredó la sangre y las tradiciones hebreas. En la época de su coronación de él, se vivía un período que la historia identificó como Veinte Años de Crisis, caracterizado simultáneamente por niveles inéditos de desempleo e inflación, principalmente a partir de 1929, con la Gran Crisis en los Estados Unidos.
Este clima estimuló al imperialismo de Italia, que invadió Etiopía por segunda vez. Pero Selassie evitó que el fascismo de Mussolini se estableciera por allí, y los etíopes permanecieron como la única nación africana en no ser colonizada por blancos. En Jamaica, que aún era colonia inglesa, los negros atentos a las palabras de Garvey, percibieron a Ras Tafari como su redentor; aquel que les liberaría de la opresión de Babilonia. Ellos pasaron a identificarse como Rastafaris, súbditos del León de Judáh. El único ser digno de afrontar el Libro de la Vida y desatar los Sietes Sellos que lo trababan, con el fin de revelar los misterios del Universo (como está descrito en el Nuevo Testamento de la Biblia, en el libro de las Revelaciones de San Juan).
Después de la Segunda Guerra Mundial, la decadencia del neocolonialismo blanco implicó procesos de descolonización en África y Asia. Haile Selassie I, que permaneció en el poder hasta 1974, visitó varios países habitados por pueblos de la diáspora africana, como Brasil, en 1960, y Jamaica, en 1966 (cuatro años después de la independencia de la isla). Promovió y apoyó políticas panafricanistas, como las de repatriación, reparaciones, cooperación e integración de los pueblos negros, y fue uno de los principales propulsores y entusiastas de la creación de la Unión Africana. Cuando se volvieron independientes, varios países del continente asumieron los colores etíopes en las propias banderas. A partir de la década de 1960, el mensaje del movimiento Rastafari, por medio del reggae, se extendió por el mundo. Principalmente a través de Bob Marley, ese ritmo musical, identificado como Música de los Reyes, encantó a audiencias variadas y se reveló un instrumento poderoso para transformar, con positivismo, vibraciones, ideas y actitudes de los oprimidos. Al demandar derechos iguales y justicia, los Rastas componen canciones que denuncian a Babilonia, identificada como sistema social y ambientalmente opresor. Ciertamente, el reggae puede ser percibido y usado sólo como
ritmo musical, pero la esencia de ese arte, militante y liberador, representa más que un instrumento para entretenimiento o ganancias.
Porque la internacionalización de ese mensaje depende en gran medida del acceso al idioma inglés, consideramos seriamente realizar este trabajo al percibir el crecimiento del interés en Brasil por las vibraciones del reggae y la escasez de publicaciones en portugués sobre la cultura Rastafari, lo que favorece visiones superficiales y dificulta las comprensiones fundamentales sobre este movimiento. A través del reggae, los Rastas denuncian racismo, imperialismo, exclusión social, explotación insostenible de los recursos naturales, y promueven, como alternativa de curación para la humanidad, amor universal y respeto a las leyes de la Naturaleza. La lucha de los Rastafaris va al encuentro de las luchas democráticas de otros pueblos, inspirados y empecinados en liberarse de cualquier tipo de opresión.
Este estudio es resultado de cerca de veinte años de investigaciones, diálogos, vivencias y reflexiones, no pretende ser un relato exhaustivo sobre un asunto inmenso, que es la cultura Rastafari, sino transmitir, de forma ligera, fluida y accesible, perspectivas indispensables para la visión introductoria sobre lo que es ese movimiento, cuál es su relación con el reggae y cómo tocó Brasil. Para ello, combinamos informaciones sobre el estilo de vida Rastafari y reflexiones sobre el momento histórico en que ocurrieron los eventos relatados o analizados, con perspectivas mundiales y brasileñas. Naturalmente, esa tarea implicó combinar elementos objetivos (científicos) y subjetivos (místicos). A fin de priorizar la fluidez de la lectura, evitamos referencias académicas o notas al pie. Para quien desee ir más a fondo, presentamos, en la bibliografía, obras que investigamos durante la elaboración de este texto. Además, en los días de hoy, siempre se deben aprovechar las posibilidades de búsqueda en línea, para comparar informaciones o
interpretaciones diferentes sobre cualquier tema. Consideramos adecuado, como foco para los capítulos, tratar sobre: tres personalidades (Marcus Garvey, Haile Selassie y Bob Marley), dos países (Jamaica y Etiopía), el movimiento Rastafari, el Reggae, la culinaria Ital y el uso que los Rastas hacen de Ganja. Las ilustraciones de Paulinho do Amparo, por las que estamos inmensamente agradecidos, enriquecen de forma admirable este estudio. Además, la revisión historiográfica del texto, hecha cariñosamente por el profesor Clayton Avelar, evitó imprecisiones o errores. Finalmente, Matias Echiburú gentilmente preparó la traducción del texto al español, para que esas informaciones pudieram extenderse por el mundo hispanohablante. Esperamos que estas páginas, escritas con dedicación y esfuerzo personal, sean útiles principalmente a los brasileños curiosos o atraídos por el reggae y el Rastafarismo. Bob Marley hablaba de "canciones de redención", como forma de liberar a la gente. Al denunciar cualquier tipo de opresión y anunciar un amor (One Love) y máximo respeto (Maximum Respect) por la vida, los Rastas inspiran revolucionarios por el mundo. La lucha de los oprimidos puede liberar incluso a los opresores.
André Duarte P. de Albuquerque Maceió/2015